miércoles, 18 de abril de 2018

La ruta de los hayedos, naturaleza en estado puro

Madrid, Guadalajara y Segovia guardan en lo mas profundo hayedos que son una verdadera joya de la naturaleza, espacios naturales que merecen ser visitados por lo menos una vez en la vida y si es posible en otoño que es cuando alcanzan su verdadero esplendor, el Hayedo de Montejo es un espectáculo natural único de 250 hectáreas, en el Hayedo de la Pedrosa la haya comparte espacio con tejos y abedules y el Hayedo de Tejera Negra conserva ejemplares de más de 300 años. Son los tesoros que esconden Madrid, Guadalajara y Segovia.


250 hectáreas tiene El Hayedo de Montejo, quizá el mas famosos de los tres espacios naturales protegidos, es un maravilloso bosque de Hayas acompañados de robles, rebollos o acebos que lo convierten en un espectáculo natural único en el mundo, pero no solo naturaleza lo habita porque el jabalí, los tejones y las nutrias son los mamíferos más representativos de la fauna de esta zona privilegiada. Las visitas como no puede ser de otra manera están restringidas y hay que reservar con meses de antelación para poder verlo, es un entorno que se cuida al máximo.

En el año 1460 el pueblo compra a un noble de Sepúlveda el monte de hayas y robles a orillas del río Jarama conocido como El Chaparral, hoy el Hayedo de Montejo de la Sierra. Hubo disputas por la propiedad ya que en n un principio los señores de Buitrago expresaban que la propiedad era suya, pero cuenta la tradición que el propio Emperador Carlos I de España y V de Alemania dejó bien claro que el citado monte y bosque eran de Montejo .., y hasta el día de hoy.

El Hayedo de la Pedrosa es otro regalo de la naturaleza, un regalo para los sentidos en el que la haya comparte espacio con tejos, abedules y serbales y casi a continuación encontramos El Hayedo de Tejera Negra y este forma parte del macizo de Ayllón, su extensión es de unas 400 hectáreas de hayas que lo convierten en una de las mas meridionales de la península ibérica, en este hayedo podemos ver ejemplares de mas de 350 años con una altura de diez metros.

No nos queda mas remedio que cuidar al máximo estos entornos que la naturaleza nos ha regalado y que sigan cuidándose como hasta ahora y que dentro de 300 o 400 años sigamos hablando de esta maravilla de la naturaleza que esperemos que os guste, porque es de visita obligada.